28/03/22

 La palabra amante, donde sea que preguntes su significado, casi siempre lleva el mismo. Aquella tercera persona en una relación. El secreto de un matrimonio. Esos típicos personajes que se ven en las películas. 

Sin embargo, a mi parecer es la palabra más linda para describir al amor de tu vida. Fuera de aquel significado, amante encaja perfectamente para describir a quien amas y entregas tu amor. 

Por eso elegí ese titulo. Porque sos mi amante. A quien amo cada día un poco mas, quien tiene mi corazón en sus manos y por quien soy capaz de darlo todo. Hasta lo imposible. 

Decidí escribirte de esta manera, porque siento que guardo mucho dentro mio. Palabras y acciones, que muchas veces no me animo a decir ni hacer. 

Pido perdón por ello. El miedo suele ganarme seguido cuando se trata de vos. 

En si no es para mal. No te sientas culpable de nada, por favor. Son cosas que vienen de mi, simplemente mías. Porque hay momentos, en donde te veo y tomo minutos pensado en si es correcto tomarte de la mano mientras caminamos, o robarte un beso cuando todo mi ser lo anhela. 

Por eso digo, el miedo me suele ganar. 

Miedo a dar demás e irrumpir tu espacio. Y muy pocas veces, miedo al que dirán. 

Quizá no soy lo suficientemente valiente. Quizá debería arriesgarme en ciertas situaciones. 

Siento que muchas de las cosas se podrían arreglar hablando más, haciendo cómodo el ambiente. Conociéndonos profundamente. Pero a ninguno de los dos, le gusta hablar mucho sobre sí mismo. 

Vuelvo a pedir perdón. 

Por ello y por aquellos momentos donde me pierdo. 

Donde ando distraído, me distancio, tardo en responder y hablo poco. O directamente no hablo. 

Suele pasarme bastante seguido. Y lo peor, es que muchas veces es sin razón alguna. Perdón por hacerlo. 

Muchas veces me esfuerzo a prestarte atención, porque es lo que mereces y no quiero que pienses negativamente culpa mía. En muchos de esos momentos pensé en dejarlo todo. Por el simple hecho de que todo aquello me agobia tanto, que me siento tan mal y pienso que no te merezco. Lo cuál en cierto punto es egoísta, porque me encierro en mi mismo y no pienso en vos. No de la forma correcta. Con la mente clara. 

Quizá es verdad. No te merezco. Porque soy consciente de lo grande que sos y lo mucho que mereces. Ojala pudiera darte tanto para hacerte siempre feliz. 

Sin embargo, cuando pienso eso, me doy cuenta de que el amor que te tengo le gana a todos los pensamientos negativos. 

Amor del que quieras. Amor del que exista. 

Amistad o romanticamente, amor del bueno, del real. 

Cualquiera con solo verte feliz. 

Y ahí me digo a mí mismo, que no quiero perderte. Y hago el intento de tenerte, de escucharte y de contarte como me siento. 

Pido perdón nuevamente. 

Por todo.

Fuera de todo lo malo y de los errores que cometo, quiero que sepas que te amo como jamás ame a nadie. Y se que te dije eso muchas veces, pero quiero que entiendas que es verdad. 

Muchas veces me cuesta demostrarlo y me encargo de hacértelo saber en palabras. Porque realmente lo hago. 

Me gusta encontrarme perdido con simplemente mirarte. Perderme en tus facciones perfectas y en tus lunares, que me vuelven loco. 

Me gusta la sensación que generas en mi con solo mirarte a los ojos.

Me gusta como se siente mi ser y todas aquellas corrientes eléctricas que me recorren cuando te observo detalladamente, más cuando se trata de tus labios. Cuando todo mi ser pide entregarte mi amor a través de un beso. 

Me gusta como me siento con vos. 

Y sobretodo, me gustas vos. 

De una forma tan grande, que me sorprende a mi mismo. 

Así que, repito. Jamas dudes respecto a mi amor. Porque siempre va a estar ahí presente. Siempre te voy a amar, como mi amante. 




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